Por: Gerald Pugh, Presidente ASIVA
Respecto al despacho de la nueva Ley que permitirá reducir la jornada laboral a un máximo de 40 horas, entendemos que la implementación de la normativa se deberá realizar de manera gradual, por lo que da un espacio de cinco años a las empresas para que puedan modificar y adecuar sus procesos productivos.
Ahora bien, para poder equilibrar tanto las cifras de producción, la cantidad de horas trabajadas y su correspondencia en salario, el sector económico deberá trabajar estratégicamente para aumentar la inversión privada, de manera que se generen con ello mayores oportunidades de trabajo y crecimiento económico para reducir los niveles de cesantía que podría causar esta modificación.
Por otra parte, para que esta Ley realmente pueda implementarse tal como se diseñó, tendrá que existir un aumento significativo de los niveles de productividad. Ello implica un gran cambio sociocultural, de manera que se entienda que la reducción de la jornada significa hacer lo mismo en menos horas laborales y no ganar lo mismo trabajando menos.
Además, todas las empresas que requieran atender faenas o servicios con turnos, es muy probable que deban asumir mayores costos laborales, ya sea en la contratación de más personal o bien para reembolsar el costo que implica tener jornadas de trabajo extraordinarias. Sin duda mitigar esos efectos podría generar un impacto negativo en la inversión de las Pymes y empresas grandes que trabajan con este sistema.
Finalmente, se deberá evaluar el impacto de la normativa en aquellos casos donde los trabajadores se desempeñan bajo al Art. 22 del Código del Trabajo. Precisamente, la liberación de la jornada laboral cuando el trabajo o faena no obedece a actividades que puedan realizarse dentro de un horario y lugar establecido, generará más complejidades y afectará sin duda a las empresas privadas que cuentan con esta modalidad para el desarrollo de sus negocios basados en la productividad y no en el cumplimiento de horarios o jornadas laborales.
Como gremio hacemos un llamado a que las empresas puedan avanzar y se sumen a esta nueva indicación laboral, considerando que también influirá en mejorar la calidad de vida de los trabajadores y sus familias.