Por Francisco Valdebenito Godoy
Presidente Comisión Alimentos de ASIVA
Como toda industria, la Alimentaria debe sortear una infinidad de desafíos, como la pandemia provocada por el COVID 19, la inflación de costos en las materias primas, la dificultad y encarecimiento de los fletes marítimos y la implementación de la Ley REP, entre otros. Pero, hay otros que son más específicos, como la gestión de la inocuidad de los alimentos en contextos de rotación y ausencia de capital humano. Como miembros de esta industria, tenemos la voluntad de hacer frente a los retos para así cumplir con nuestro deber de alimentar a la comunidad, al país y al mundo entero. Cuando asumimos tal responsabilidad, estamos conscientes de varias aristas, entre las que se encuentran la nutrición y la inocuidad. Respecto al segundo punto, no sólo cabe mencionar las directrices de higiene de los procesos y manipuladores, si no también, es menester indicar la responsabilidad sobre los aditivos que son parte íntegra de los productos, los cuales deben ser seguros, tanto en sus propiedades intrínsecas, como en sus dosis de consumo.
Los aditivos alimentarios son sustancias que se agregan intencionalmente a los alimentos con fines tecnológicos, para facilitar, mejorar, acentuar o ampliar alguna característica o propiedad del producto. Sin embargo, estas sustancias deben pasar previamente por un estricto control científico, donde se analizan los posibles efectos que podrían producir en los consumidores tras su ingesta. Dicho análisis permite estimar la cantidad que una persona puede consumir a diario a lo largo de toda su vida sin riesgo apreciable, valor que se conoce como ingesta diaria admisible (IDA). Sin embargo, un exceso de consumo, por ejemplo, de alimentos sin azúcar podría provocar cambios perjudiciales en la microbiota intestinal, exacerbando síntomas como los asociados a dolor visceral, inflamación de bajo grado o cambios en los hábitos intestinales. De aquí surge la importancia de actualizar la normativa que rige sobre estas sustancias.
El Ministerio de Salud ha puesto en consulta pública una propuesta de actualización de la normativa técnica de aditivos alimentarios, la que se basa en el Codex Alimentarius y la regulación de Aditivos de la Unión Europea, la cual busca establecer los aditivos alimentarios permitidos y sus límites máximos de uso. Ponemos en manifiesto la preocupación por parte de nuestra Comisión de Alimentos, la que se materializa en la participación activa en la consulta pública emanada del Ministerio de Salud, la que está en proceso de preparación y evaluación.
Finalmente, destacamos que la actualización de la normativa está enfocada en entregarle tanto confianza al consumidor, como para brindar seguridad alimentaria, respaldar la nutrición a una población mundial en crecimiento; apoyar los medios de vida de quienes trabajan a lo largo de la cadena de suministro de alimentos; y contribuir a la sostenibilidad ambiental; aportando además, a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente al ODS 3 “Salud y Bienestar”, y al ODS 12 “Producción y Consumo Responsable”, de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
