Por Álvaro Cepeda Ortíz
Presidente Comisión Energía de Asociación de Empresas Región de Valparaíso – ASIVA
La transición energética debe visualizarse en el largo plazo, dado que la reconversión en la generación de energía, requiere de altas inversiones, tecnologías más eficientes y limpias, junto con un marco regulatorio que entregue estabilidad al sector.
El año 2010, las principales fuentes de energía a nivel nacional eran Petróleo Crudo, Biomasa, Carbón y Gas Natural, representando el 90% de la matriz energética con un aporte de 220.000 TeraCalorías. Ese mismo año, se declara que el sector energético es clave para el desarrollo económico sostenible, por lo que es necesario diversificar las fuentes energéticas y se visualizan las Energías Renovables No Convencionales ERNC, específicamente solar y eólica, como las principales a atender este llamado. En el año 2015, la matriz energética no había variado mucho, aunque las ERNC comenzaron a aportar un 1% del total. Llegando al año 2020, las ERNC ya aportan un 3,7%, lo que evidencia que dicha matriz está cambiando, pero un ritmo todavía muy lento.
Es claro que estos procesos deben visualizarse en décadas dado que la reconversión en lenta. Ahora bien, los desafíos son importantes; por un lado, existe la presión del desarrollo económico y que debe realizarse sobre la base de energías eficientes y de costos bajos; por otro lado, el utilizar más energías limpias y de bajo impacto al medioambiente.
La buena noticia es que los costos marginales de las ERNC han ido decreciendo, gracias a la implementación de paneles solares y aspas de vientos más económicas. Una vez que se pueda contar con soluciones de almacenamiento eficientes, van a mostrar un desarrollo masivo importante en nuestro país.
Ahora bien, esta visión local debemos compararla a nivel mundial, para así tener otra perspectiva del panorama. El Foro Económico Mundial genera el Índice de Transición Energética de los países y, para el año 2021, Chile se posiciona en el número 34 dentro de 115 países, reconocido como uno de los que ha presentado una adecuada combinación de políticas, infraestructura y una mejor integración en los mercados financieros globales.
Mientras que, en la Región de Valparaíso, tenemos un claro predominio de proyectos termoeléctricos, también, se esperan incorporar iniciativas con energías más limpias, como lo son el ciclo combinado, solares y ,ni hablar del gran potencial que ofrece el Hidrógeno Verde.
En esta última década hemos visto cómo se avanza hacia a la transición energética en pos de la Zero Emisión, pero ese esfuerzo debe estar acompañado por el sector público, privado y educacional, y que no se vea afectado por el gobierno de turno, sino que sea una motivación país de largo plazo, ya que el sector energético es un eje estratégico del desarrollo económico nacional.
(Publicado en El Mercurio de Valparaíso 31/07/2022)