Se dieron a conocer los resultados del Duodécimo Índice de Confianza Empresarial (ICE) de la Región de Valparaíso.
El documento, que fue elaborado por ASIVA con apoyo de la Universidad de Valparaíso (UV), a partir de un convenio firmado entre la SOFOFA y el Centro de Estudios de Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo (UDD). Este indicador mide diversos aspectos que permiten saber cómo se está moviendo la economía regional. Por ejemplo considera factores como la demanda nacional, el nivel de inventario, la proyección del negocio, los insumos, los trabajadores, etc.
El ICE que incluye los sectores de Transporte, Comercio, servicios empresariales, Financiero, Construcción e Industria, tiene una periodicidad trimestral que permite evaluar de manera permanente el estado de la confianza empresarial a nivel local. Otro aspecto importante del ICE es que se convierte en un termómetro que permite realizar un análisis histórico, de cómo se va comportando la confianza empresarial en diversos sectores.
Esta duodécima edición del Indicador (diciembre 2020) avanzó a un nivel «moderadamente optimista» con mejoras generalizadas de confianza en los principales sectores analizados, influyendo de manera transversal en los sectores, mejoras en la percepción sobre la situación de la economía a tres meses. Cinco de las seis principales percepciones presentaron variaciones positivas en el ICE
Valparaíso, respecto el último informe realizado (septiembre 2020), Cuatro de las percepciones se ubicaron en terreno optimista y dos en terreno pesimista.
Ricardo Guerra, presidente de ASIVA señaló que “Desde la última medición del ICE, elaborada en septiembre, la confianza empresarial pasó desde un escenario levemente pesimista a un nivel moderadamente optimista, cabe señalar que esta medición toma en consideración los meses de desconfinamiento sanitario en donde muchas empresas pudieron recuperar la productividad que habían perdido los meses de cuarentena total, en algunas comunas de la Región. En estos meses la economía comenzó a reactivarse paulatinamente, los sectores turismo y comercio comenzaban a funcionar en un escenario de nueva normalidad, y las industrias y otros sectores relevantes mejoraban su productividad. Claro está que la incertidumbre actual generada a raíz del aumento de los contagios en la región, y la posibilidad de volver a fase 1, nos hacen prever que las mediciones futuras tendrán una disminución en la confianza empresarial. Bajo este escenario, como gremio hemos tomado cartas en el asunto y estamos trabajando para los escenarios que podrían desarrollarse en el futuro cercano».
En tanto, Lisardo Gómez, director de la Escuela de Negocios Internacionales de la Universidad de Valparaíso, sostuvo que “El trimestre que alcanza a captar la mayor actividad que se genera en septiembre y desde luego toda la actividad de fin de año, obviamente genera una mejora en la confianza porque, a pesar de la pandemia, se genera mayor nivel de actividad y los operadores económicos, financieros, industriales y la gente, en general, comienzan a percibir ciertas mejoras, esto apoyado sustancialmente en lo que pueda mejorar el estado de las cosas la vacunación masiva. Eso genera mayor optimismo con respecto a las condiciones ambientales en lo económico, social y político y por supuesto en la salud de la población, cuestiones que se podrían perturbar por las cifras que se comienzan a generar a partir de diciembre con el rebrote o segunda ola de la pandemia”.